Osiris, dios del vino

Osiris, el primer dios del vino

La historia del vino empieza en el Cáucaso, pero los egipcios fueron que idearon con las técnicas innovadoras, como prensado de uvas. Fermentaban el mosto en vasijas de barro. Según las crónicas OSIRIS, dios de más allá y la resurrección, la renovación, los cultivos y del vino, fue el primero en probarlo y en enseñar a los hombres el cultivo de la vid y la vinificación.


Gracias al generoso Nilo, al clima soleado y a la sofisticada cultura egipcia, Egipto fue uno de los primeros pueblos del vino, ya durante el periodo arcaico, en torno al 3000 AC, los egipcios poderosos cultivaban viñedos y poseían cuidadas bodegas.


Aunque los antiguos egipcios elaboraban y consumían vinos de una variedad de uvas locales, el hecho de que el jeroglífico de la parra formaba parte de las palabras “fruta” y “huerta”, y la especialización profesional que ya existía en aquella época nos dan una idea de su importancia en esta civilización: el oficio del vino era uno distinguido, y que requería un alto nivel de organización y conocimientos técnicos; tenemos constancia de cargos como el de Jefe Viticultor (algo así como un enólogo hoy), Encargado de la Poda, Copero Real y otros profesionales del vino que cumplían diversas tareas.


La industria vinícola egipcia tenía incluso algo similar a la Denominación de Origen de nuestros tiempos, bajo la supervisión de un funcionario real que garantizaba la localidad de origen, el productor, la añada y la calidad del vino, datos que aparecen cuidadosamente descritos para los consumidores en sus correspondientes ánforas. Hoy sabemos de unas cuantas marcas comerciales conocidas y preferidas por los egipcios amantes del vino.

Como comprar vino sin estresarte

Las relaciones entre la psicología y la compra de vinos en la tienda, ese lugar tan olvidado por las guías de vinos.

Cada año las estanterías españolas se llenan de nuevos vinos y nuevas elaboraciones, lo que ayuda a perdernos en tantas variedades. Entender de vinos y darle un sentido mucho más relajado tiene su importancia. La compra de vinos puede ser una dura prueba para quien se ofrece voluntario a llevar el vino a una cena. Para superarla, lo más frecuente es que suprimimos nuestro estrés eligiendo una marca de vino popular y optemos por la tradición, pero podemos optar por las novedades que pueden sorprendernos.

El primer paso es aumentar nuestra autoconfianza, porque es la única manera para disfrutar del vino. Los ritmos del trabajo no nos dejan mucho tiempo para profundizar en un hobby exigente, por eso buscamos un modelo práctico y eficaz que nos asista en la compra de vinos.

En el vino intervienen tantos aspectos sensoriales y psicológicos que podríamos rellenar muchos capítulos solo con ellos: colores, olores, sabores, etiquetas, pensamientos, sensaciones, memorias, sentimientos…., los vinos de pueblo, de cooperativas, más de 70 denominaciones de origen y más de 15000 marcas registradas. Pero a pesar de este abanico tan abundante, las estanterías de las tiendas suelen incluir las marcas más conocidas. Podemos considerarlo una ventaja que hace más cómoda la elección. O, por el contrario, la marca nos condiciona, cuanto más cara sea una botella, mejor puntuación tenga.

Pero os doy unos consejos como elegir un vino y no equivocarse en intento.

-Primero hay que considerar los atributos de los sabores preferidos.

-Tener en cuenta con que comida queréis tomarlo.

-Cuando y con quién váis a tomarlo.

-Tener en cuenta la importancia de la añada.

-Acudir a una tienda especializada con profesionales en el sector.

-Probar los vinos diferentes cada vez.

¡Seguro que encontrarán un vino ideal!

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